viernes, 21 de septiembre de 2012

Desempolvado bits

Invitación Yacht Controller

La semana que viene comienza el Salón Náutico de Barcelona y un cliente me ha pedido una imagen para hacer un recordatorio de donde estará su estand y enviarlo a su mailing. 
Haciendo memoria, recordé que hace unos años, en el Salón Náutico 2008, había hecho un vuelo en helicóptero desde Fira de Barcelona hasta el puerto y un poco de paseo por la costa. 














Sobrevolar Barcelona para hacer fotos no es algo habitual, requiere de permisos especiales, por lo tanto, era una oportunidad imperdible. Además, estaba claro que el material hecho en ese momento me serviría para muchas oportunidades. Las condiciones de vuelo no eran lo ideal para hacer fotos debido a que el helicóptero tenía que volar con puertas, mientras que lo habitual es sacar las puertas y un par de asientos y sentarnos en el suelo con los pies colgando hacia afuera. Por supuesto, con dos arneses sujetos a un cáncamo en el piso del helicóptero. Esto permite regular el largo de la sujeción y poder sacar el cuerpo hacia afuera para hacer fotos cenitales. Parece una situación bastante vertiginosa, pero la verdad que no lo es... para quien no sufre de vértigo, claro.

Foto original
La cuestión es que en esta oportunidad las puertas no se podían quitar y me vi obligado a disparar a través del cristal, que no es cristal, es acrílico y con cierta curvatura, por lo tanto no podía hacer uso del angular ni hacer fotos cenitales. Trabajé todo el tiempo con un 70-200 2.8 y he tenido que descartar varias fotos por no poder evitar el reflejo y los tornasolados del acrílico. En este caso lo ideal es acercar el objetivo al cristal lo máximo posible sin llegar a tocarlo pues la vibración trepidaría la foto.
Barcelona desde Muntjuïc
 El trayecto desde Fira no fue en línea recta por sobre la ciudad, sino que volamos por sobre Montjuïc y llegamos al mar por el puerto comercial, creo que no pasaron ni tres minutos...
Pensé que el viaje duraría menos de 10 minutos, pero por suerte el piloto muy amablemente accedió a darnos un paseo por la costa y a sobrevolar la zona de puertos deportivos.



Muy interesante porque en el puerto no solo estaba los barcos de las flotas del Port Vell, el Marítimo y el Náutico, toda de la exposición flotante del Salón Náutico ocupaba hasta el último resquicio de muelle.


Exposición flotante
 Al acercarnos pude hacer algunas tomas de la ciudad desde un ángulo imposible si no nace gaviota. 
Creo que, exagerando un poco, los acompañantes de ese viaje bajaron más aturdidos del repiqueteo de los disparos de mi cámara que del ruido del motor del helicóptero...








El paseo por la costa también dejó unas imágenes impactantes, en ese momento la zona del Forum y Diagonal mar estaba en plena construcción y el contraste de siglos entre una parte y otra de la ciudad es impresionante.


La experiencia de volar en helicóptero es magnífica y hacerlo cámara en mano los es aun más!!!


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